En el extrarradio de aquella España de 2016 gobernada en
	funciones, la joven Kazumi Kuriwako explota lucrativamente el
	extraordinario poder de sus manos realizando masajes terapéuticos
	y eróticos en su domicilio; un guardia civil uniformado, armado y
	llamado Franco Baena se ajuma de amargura y ron blanco en el
	café-bar Ozáez; la atractiva e irreemplazable Cobriza Pemberton
	contrata a un hacker feo e impostor que le saque de las dudas que
	alberga sobre la verdadera importancia de sus cuernos; una choni
	trastornada por una imaginación absurda recibe el wásap de un
	adolescente trepanado, muerto y abandonado junto a la
	mitad de un kayak y un psicópata criminal completamente
	inepto y de aspecto lolailo sueña con salir en los telediarios como
	el asesino en serie más famoso de su barrio?
	Las vidas y acciones de estos seres, entre otros, convergerán al
	cabo de dos hilos narrativos, a veces amargos, a veces
	disparatados, a veces muy duros, entre los cuales deambula con
	sus piernas castigadas Luciana Crespillo, que es una señora de esas
	que temen a los perros grandes y a los pasos de aire y que, una
	noche y por casualidad, conocerá a la japonesa calva en un kebab
	pringoso y se verá envuelta en la pesadilla más entretenida de su
	desgraciada vida.