Si la obra de Thomas Bernhard (1931-1989) es sin duda una de las empresas creadoras más audaces, originales y valiosas de la literatura alemana del siglo xx, CORRECCIÓN (1975) significa la suma y culminación de sus anteriores experiencias narrativas. Tras el suicidio de su amigo Roithamer, el anónimo narrador de la novela llega a la casa del taxidermista Höller, en cuya buhardilla el suicida ha permanecido durante seis años entregado a la tarea de planear y construir, en el centro
geométrico exacto del bosque de Kobernauss, un Cono que, desafiando las leyes de la construcción tradicional, estaba destinado a ser residencia y «felicidad
suprema» de su hermana. Urdida en torno a un proceso obsesivo de creación y destrucción que se plasma en un afán de constante corrección, la novela es una reflexión sobre los problemas del hombre contemporáneo, enfrentado a la deshumanización, el desamor y la soledad.