El 21 de octubre de 1621 don Rodrigo Calderón, conde de Oliva y marqués de Siete Iglesias, antiguo protegido del fallecido Felipe III, de quien recibió favores y mercedes, y secretario de cámara del duque de Lerma, es ajusticiado en el cadalso de la Plaza Mayor de Madrid.
Distinguido por poseer una corte brillante y una enorme fortuna, el marqués había caído en desgracia implicado en una trama política y de ambiciones tras el ascenso del conde-duque de Olivares como nuevo valido de Felipe IV.
Condenado a morir decapitado, acusado de doscientos treinta cargos, entre los que se le imputaban el envenenamiento de la reina Margarita de Austria, esposa del monarca, el marqués se hizo acreedor de la inquina popular aunque el odio se tornó en admiración por la dignidad y entereza con que se enfrentó a la muerte.
Del sitial al cadalso es la crónica novelada de un crimen de Estado en una época clave de la historia de España recreada por un descendiente directo del noble castellano.