Con este atrevimiento en forma de libro me he propuesto "pensar" esos objetos surgidos del ojo o de la mano de los surrealistas. Pensar con los útiles proporcionados por la tradición filosófica ciertos extraños objetos que se imponen ante todo y sobre todo en el extremo de la singularidad. En este sentido, esta travesura se inscribe en el horizonte de una aventura mayor, la cual consistiría en dar estatuto lógico al objeto ilógico si lo afrontamos en su radical singularidad. ¿Cómo se puede pensar la cosa concreta, única, estrictamente incomparable a cualquier otra?.