Mary Ann Evans, más conocida por su seudónimo literario
George
Eliot, nació en Arbury en 1819. En su juventud conoció
al empresario liberal Charles Grey, cuya influencia intelectual transformó
a Mary Ann en una activa y polémica librepensadora. Se dedicó
entonces a viajar por Europa y a estudiar a los filósofos racionalistas.
En 1850 comienza a colaborar como crítica literaria, y después
como subdirectora, en la Westminster Review, donde conocería
a personajes de la talla de Herbert Spencer o John Stuart Mill.
A los 35 años se unió sentimentalmente con George Lewes,
un hombre casado con el que viviría veinticuatro años y que
la animaría a escribir novelas. En 1859 publica su primera novela,
Adam
Bete, bajo el nombre de George Eliot, y la crítica la consagra,
en medio del misterio sobre su verdadera identidad, como uno de los mejores
escritores de su tiempo. Silas Marner, aparecida dos años
después, contó entre sus admiradores a Henry James,
Virginia Woolf o la propia reina Victoria.
Silas Marner es un hombre desdichado que, tras un desengaño
amoroso y social, huye de su ciudad y se instala como tejedor en el pueblo
de Raveloe, donde lleva una vida tranquila, aunque solitaria y desarraigada,
dedicándose en cuerpo y alma a trabajar y acumular dinero. Un buen
día sus ahorros desaparecen y, poco después, como si se tratara
de un trueque del destino, aparece una niña abandonada a la que
adopta. Los cuidados que le procura y su educación cambiarán
su vida.